Ayer fue 11/11.

 

 

Yo que también nací en once, lo celebré por todo lo alto con la intención de liberar a todos los once del año, de su mala fama.

 

 

El 11/11 es también el día de las librerías en España y el día del origami a nivel mundial.

 

 

Esta extraña coincidencia me retrotrae a ese momento mágico, en que me reuní con Beatriz Fontán de Será por nombres, para dar un nombre a mi proyecto.

 

 

¿Os acordáis de la historia de Bis-agras de Papel y mi bis-abuelo Andrés? ¿Recordáis aquella conversación en que le conté a Bea quién era, de dónde venía, qué había hecho y qué quería hacer ahora que la vida, me había dado una segunda oportunidad?

 

 

El resto ya lo sabéis.

 

 

Diez días más tarde, Bea me citó en una cafetería de A Coruña.

 

 

Allí, me entregó el nombre Bisagras de Papel, escrito en el vientre de una pajarita de papel, que me sonreía desde el interior de una preciosa caja de madera. ¡Nunca olvidaré ese momento!

 

 

Me habló entonces de todas las polisemias del nombre.

 

 

Citó también la palabra intrahistoria, candidata a acompañar para siempre a Bisagras de Papel en esta nueva aventura.

 

 

Intrahistoria es un término que pone el foco en las historias de las personas anónimas, que no tienen cabida en los libros de Historia.  

 

 

Pronunció después el nombre de Unamuno, el creador de esa voz, que encajaba como un guante, en mi visión de la genealogía.

 

 

Y por último mencionó la pasión del pensador por la papiroflexia.

 

 

Si habéis visto la película de Alejandro Amenábar titulada: «Mientras dure la guerra», seguro que recordáis la importancia simbólica del momento en que su nieto acciona las alas del pájaro de papel, que su abuelo le había entregado.

 

 

Es una bonita metáfora de ese: “Venceréis, pero no convenceréis”.

 

 

Unamuno fue el impulsor en España del arte de doblar papel, que vino de Oriente.

 

 

Y al abrazar esa parte de la cultura japonesa, se convirtió involuntariamente en uno de los adalides del japonismo en España.  

 

 

Hoy 11/11 recuerdo con emoción ese día en que la intrahistoria y el origami, se dieron la mano, para formar parte del universo de Bisagras de Papel.

 

 

Mis barquitos y pajaritas de papel han cruzado muchas veces los mares, acompañando a los informes y documentos, que cuentan pequeñas historias de personas anónimas 

 

 

Espero que lo sigan haciendo.