fomites y la investigación genealógica

LOS FÓMITES Y LA INVESTIGACIÓN GENEALÓGICA

En plena quinta ola, me preparo para visitar el Archivo Diocesano de Santiago, uno de los pocos que permanece abierto en la primera quincena de agosto.

 

 

Esta preparación incluye entrar su web para consultar los fondos parroquiales y los libros que están disponibles para consulta. También debo llevar guantes, lápiz, afila y toallita anti-vaho para las gafas. Y debo recordar que sólo se puede consultar seis libros por jornada, ya que estos se quedarán luego en cuarentena durante diez días.

 

 

En este archivo siguen tomando todas las precauciones necesarias para evitar el contagio por contacto con superficies contaminadas, aunque las probabilidades de contagio por esta vía son mínimas. ¡Definitivamente, los fómites no juegan a nuestro favor!

 

 

 

Aún recuerdo, el día que tuve que abortar mi investigación en Santiago a media mañana, porque había agotado el tope de libros a consultar.

 

 

Recuerdo también el día en que, al llegar a Mondoñedo, me di cuenta de que me había olvidado los guantes de algodón que se requerían, para investigar. Finalmente, conseguí unos guantes de último recurso en una ferretería del pueblo, que desgraciadamente no eran de mi talla. Os puedo asegurar que no fue nada fácil, pasar las hojas de los libros con unas manoplas XXL.

  

 

Esperemos que setiembre llegue con buenas noticias, como la reapertura de Ourense y Astorga, el aumento de los aforos  y el fin de las limitaciones de los libros a consultar.   

 

 

Investigar en tiempos de COVID-19 no está siendo fácil. ¡Son tiempos extraños de limitaciones en los aforos, guantes y mascarillas! ¡Menos mal que nos queda lo digital!    

 

 

¿Como está siendo vuestra experiencia? Contadme si las restricciones por lo COVID-19 están dificultando vuestras investigaciones  

 

 

 

 

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