PAXARO DO DEMO, VAI COMER EN NÓS!

 

Cuenta la historia que en una tarde de verano (¿o sería de primavera?) de hace más de cien años, dos hermanos llamados Florencio e Pascasio, que vivían en una aldea de la montaña de Lugo, de nombre Pin, escucharon un sonido atronador, que venía de allá arriba.  

 

 

Los niños se taparon los oídos con fuerza y abrieron bien los ojos.

 

 

Miraron al cielo y siguieron con su mirada, la trayectoria de un ave de dimensiones colosales y forma extraña, que surcaba el cielo.  

 

 

Lo suyo nada tuvo que ver con las míticas apariciones marianas de Fátima, del año 1917.

 

 

Lo que estaban viendo era literalmente, “un paxaro de demo, que ía comer neles”.

 

 

Fue una experiencia aterradora.    

 

 

Al poco tiempo «dicen», Florencio, el más joven, enfermó de viruela y perdió la vista.

 

 

Este acontecimiento cambió para siempre el destino de los dos hermanos. Florencio aprendió a tocar el violín y Pascasio se convirtió en su acompañante.

 

 

Juntos recorrieron durante años, ferias, fiestas y romerías en A Fonsagrada, Baleira, Ribeira de Piquín y muchos otros pueblos y aldeas de la montaña del oriente de Lugo.

 

 

Se aventuraron también en el occidente asturiano y en otras zonas alejadas de Galicia.  

 

 

Más tarde, sus caminos se separaron. 

 

 

Florencio murió soltero y sin descendencia en A Fontaneira, en Baleira, en el año 1986.

 

 

Pascasio murió en A Coruña, en 2004. Él sí se casó y tuvo descendencia.   Y uno de sus hijos tuvo un hijo a quien puso, por nombre Xoel.   

 

 

El resto de la historia ya la sabéis.

 

 

 

Las historias de familia como fuente de inspiración.

 

 

Hace apenas unos días que Xoel López, sobrino nieto de Florencio López, coñecido como «O Cego dos Vilares» ,  se ha atrevido a hablar de sus raíces.

 

 

Y lo ha hecho de la mano de Álex Guillán «Baiuca», en el marco de la décima edición de La Residencia, laboratorio musical promovido por la Fundación Paidea, con la colaboración con Radio 3 y Estudios Mans.

 

 

El resultado es una canción inspirada en ese avión que un día atravesó el cielo de Pin.    

 

 

Hay historias que merecen ser contadas y también cantadas, por pequeñas que sean.

 

 

Y en este caso, la espera ha valido la pena.  

 

 

Ha tenido que pasar mucho tiempo para que el genio creativo de Álex y Xoel, se juntasen.  

 

 

Seguro que Florencio se alegra con este encuentro. 

 

 

Cuando observa a Álex y Xoel desde lejos, siente nostalgia de aquellos tiempos en  que él y su hermano, se echaron a los caminos, uno con su violín y otro con bombo y coplas, para llenar el mundo de música.  

 

 

Florencio escucha embelesado, se frota bien los ojos y observa de nuevo.

 

 

¿Qué es lo que ve?  ¡Junto a ellos, está una mujer que toca el violín!  

 

 

Su hermano  Pascasio le susurra al oído que Antía es una violinista que también se ha echado a los caminos, acompañada de una acordeonista que se llama Sabela. 

 

Florencio sonríe ante esta estampa formada por Álex, Xoel y Antía. 

 

 

«Paxaro do demo», piensa,  «parece cousa de Deus».  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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