Este febrero ha sido especialmente productivo, para mis investigaciones familiares. Después de años de espera, finalmente pude consultar los libros parroquiales de Santa María de Castro Caldelas , que el párroco había transferido recientemente al Archivo Diocesano de Ourense.
La primera sorpresa fue que mi bisabuelo Andrés , no era de Castro Caldelas, «de toda la vida». Sus orígenes están en Montederramo (Ourense) y en varias parroquias de la provincia de Lugo.
La segunda, ocurrió al día siguiente, cuando de regreso a Lugo, decidí escarbar en los libros de una de esas parroquias, perteneciente al ayuntamiento de Monforte de Lemos.
¡Resulta que, el abuelo y la abuela materna de mi bisabuelo Andrés , eran huérfanos de guerra! De repente, Napoleón, ese hombre bajito, zurdo y con fobia a los gatos, se había convertido en una persona bisagra, para mi historia familiar.
Como dice el dicho gallego:
«Home pequeno, fol de veneno»
Por supuesto que sabía sobre Napoleón, desde siempre. Podía recordar perfectamente la imagen del estratega cruzando los Alpes, a lomos de un imponente caballo e incluso la estatua de Napoleón en una plaza, de su Ajaccio natal, en Córcega. Incluso, había un capítulo dedicado a él, en uno de mis libros de cabecera, el mítico: «Heroes en zapatillas».
"Héroes en zapatillas" Pisani-Gavioli
A pesar de todo esto, nunca hubiera imaginado que la megalomanía de este hombre , tendría un impacto real en mi familia. En los libros de Historia de aquella época, no había espacio para las pequeñas historias.
Muchas veces había contemplado hipnotizada, la imagen de las ejecuciones del dos de mayo en Madrid, pintadas por Goya. Pero, ¿qué tenía eso que ver conmigo?
Aparentemente nada… Hasta que en los libros de los fallecidos de San Acisclo de Gullade y Nocedas, me topé con una » relación de los degollados por el enemigo el 20 de abril de 1809″. En estas parroquias habían sido asesinadas , veinte personas en total, que en muchos casos dejaron hijos e hijas. ¡ Y dos de ellos, Angel Fernández y Andrés Villaver, eran los padres de mi trastarabuelo y trastarabuela! La esposa del primero murió tres meses más tarde, quién sabe si a consecuencia del saqueo.
Este hallazgo produjo un enorme impacto en mí, no solo por lo que se nombra, sino también por lo que se calla. Es evidente, que el párroco que anotó las defunciones, evitó mencionar «la violencia sexual de los dragones franceses contra las mujeres», para no estigmatizarlas.
Sea como sea, estas veinte víctimas directas, sólo representan una pequeña parte del total de las contabilizadas, en esa misma fecha en Monforte de Lemos. Hay quien eleva el número de víctimas civiles a mil.
Lista de degollados por el enemigo, en 20 de abril de 1809.
Gullade Manuel Rodríguez, casado con Isabel Rodríguez, quien dejó dos hijos llamados, Manuel y Juan.
Gullade Angel Fernández, casado con Rosa Rodríguez, por quien dejó tres hijos, que son Esteban, Josefa y María.
Gullade Fernando Díaz, casado con María Antas, por quien dejó dos hijos, Joaquín y Francisco.
Gullade Polonia Pérez, soltera, hija de Eustaquio Pérez e Isabel Díaz
Gullade Francisco Rodriguez, casado con Josefa Fernández. Dejó seis hijos, Francisco, Salvador, Bernardo, Manuela, Rita y Dominga.
Gullade José Gomez, célibe, hijo de Luis Gomez y Angela Rodriguez
Nocedas Pedro Fernández, casado con Bárbara Rodríguez, que deja ocho hijos: Pedro, María, Teresa, Manuela, Rosa, Josefa, Antonia e Inés.
Nocedas Francisco Fernández, casado con Tomasa Vázquez, con tres hijas, Justa, Rosa y Antonia.
Nocedas Pedro Fernandez, casado con Barbara Rodriguez. Dejó ocho hijos, Pedro, María, Teresa, Manuela, Rosa, Josefa, Antonia e Inés.
Nocedas Francisco Fernández, casado con Tomasa Vázquez. Tuvo tres hijas, Justa, Rosa y Antonia.
Nocedas Tomás Sánchez, casado con María Pérez. Dejó cuatro hijos, Manuel, Tomás, María y Domingo.
Nocedas Domingo, hijo de Esteban Rodríguez e Isabel de Los Ángeles.
Nocedas José Rodríguez, quien estuvo casado con María Vázquez, por quien dejó dos hijos, que son Rafael y Vicente.
Gullade Andres Villaver casado con Isabel Díaz. Tuvo cinco hijos: Manuel, Marcos, Pedro, María y Manuela.
Noceda Salvador Sánchez, quien estuvo casado con Juan Rodríguez. Dejó seis hijos: Antonio, Manuel, Joaquín, María, Isabel y Joaquina.
Noceda Manuel Fouce, que estaba casado con Tomasa Vázquez, quien dejó seis hijos, a saber, Ramón, Francisco, Josefa, Luisa, Juan y María.
Noceda Vicente Vázquez, quien estuvo casado con Juana de Tuiriz. Dejó un hijo llamado Vicente
Noceda Rosa Rodríguez, quien estuvo casada con Ignacio Rodríguez. Dejó dos hijos, llamados Ignacio y Salvador.
Noceda José González del Val, quien estuvo casado con Rosa Rodríguez. Tuvo dos hijas, llamadas Rosa y Antonia.
Gullade Manuel Vázquez, célibe, hijo de Manuel Vázquez y María Dieguez
Fuente: Libro de los fallecidos de Gullade y Nocedas (1692-1852).
Instintivamente, sentí una gran ternura por mis trastarabuelos, Pedro y Josefa. Me pregunto si alguna vez , pudieron poner palabras, a tanto dolor y confusión. Quizás este dolor, quedó congelado en la familia, por los siglos de los siglos. Y sólo se manifestó, varias generaciones más tarde, a través de mi madre. ¿Recordáis el rifirrafe diario, que cuando era niña tenía con el perro con nombre de Mariscal francés , que le «robaba» la merienda? Quizás, era sólo la expresión de un miedo antiguo.
«¡El cuerpo tiene memoria!
El cuerpo es heredero de una historia,
de una educación, de una familia,
de esquemas complejos, inscritos durante generaciones. »
Marie-Claude Pietrogalla. Bailarina y coreógrafa
Ahora ya sé porqué, esta parte de la familia fue siempre, más de gatos que de perros. Después de todo, los gatos son una especie de arma secreta anti-Napoleón, algo así como nuestra » Kryptonita».
¿Qué sabes de la intrahistoria de tu familia? ¿Hubo en tu familia episodios dramáticos, que se recuerdan? ¿O será que no se recuerdan? ¿Habrá dejado Napoleón, alguna huella en tu historia?
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