Mi padre comenzó a prepararnos para su partida hace tres meses, cuando un Jueves Santo, se cayó en la calle de forma inesperada. Cuando esto ocurrió, recordé que su padre había muerto también en Jueves Santo, un veintitrés de marzo. ¿Era una casualidad tal repetición de fechas? ¿O quizás una manifestación del síndrome de aniversario, término acuñado por la madre del transgeneracional, para hablar de la memoria familiar del drama y de las lealtades invisibles?
«El inconsciente tiene buena memoria y marca acontecimientos del ciclo de vida por repeticiones de fechas o de edad»
Anne Ancelin Shützenberger. «Ay mis ancestros»
Cuando llegué a urgencias supe que algo no iba bien… Los médicos nos lo devolvieron a los veinte días con un marcapasos que lo convertía en el conejito de Duracell, una infección respiratoria muy antigua sanada y un cuadro de desorientación que supuestamente se resolvería al volver a casa. Pronto descubrí que desorientación era un eufemismo para evitar hablar de demencia. Si la fecha de su ingreso hospitalario le acercaba a su padre, la demencia le acercaba a su madre que había padecido esta enfermedad.
Extracción de la Piedra de la Locura. El Bosco. 1501-1505. Museo del Prado
La vuelta a casa estuvo marcada por cuadros de agitación que aumentaban al caer la tarde. Mi padre, que apenas se había medicado a lo largo de su vida, se convirtió en un politoxicómano. Lo peor de todo es que la medicación no parecía hacerle efecto alguno.
Vino luego un segundo ingreso hospitalario, al que siguió un tercero. Su salud estaba cada vez más deteriorada. Los momentos de lucidez eran en su último ingreso, simples instantes. Su voz estaba cada vez más debilitada, su nivel de dependencia era absoluto y su voluntad de comer y beber habían desaparecido. Después de su tercer ingreso, mi padre regresó a casa para morir. Nos regaló doce días adicionales en los que pudimos disfrutar de su silenciosa compañía, del tacto de su piel y del contacto fugaz de su mirada. Fueron doce días de miedos y dudas, de soltar progresivamente y de aceptar que la medicina no lo podía salvar. En este tiempo descubrí la importancia de sentirme acompañada por familiares y amigos, por un personal médico de una calidad humana excepcional y por Elvira, la cuidadora que cada día aseaba a mi padre con un amor y profesionalidad que abruman.
Mi padre hizo un último regalo antes de irse. Escogió el día siguiente al cumpleaños de mi hermana y de uno de sus nietos, el cuarto Carlos de la saga. Este era un regalo muy especial para ellos y también para mi hermano, el padre de ese niño. No olvidó ser generoso conmigo, ya que cada vez que celebre la noche de San Juan, le recordaré mientras contemplo el fuego.
Su marcha coincidió además con la de uno de sus hermanos mayores, que murió a los sesenta y cinco años de la misma enfermedad y con la de una tía abuela, que murió prematuramente cogiendo cerezas. Mi padre ya no comerá cerezas. Se ha ido despojando de todos sus ropajes, para regresar a casa con los suyos.
¿Hay alguna coincidencia de fechas en tu sistema familiar? ¿Coincide tu fecha de nacimiento con la muerte de algún familiar? ¿Hay algún acontecimiento importante de tu vida, que guarde paralelismo con trayectoria de vida de alguno de tus antepasados?
Ana
28.06.2016 at 23:23Muy bueno el texto!!! Lleno de emociones.
Yo si tengo algo curioso coincidente. La fecha de nacimiento de la pareja que mas he querido en mi vida, coincide exactamente con la fecha (dia, mes y año) en la que nacia y moria a las 6 horas la segunda hija de mi madre… que yo no conoci.
Me resulta muy curioso pensar que su madre y la mia estaban de parto en el mismo momento.
bisagras de papel
29.06.2016 at 11:01Nada es casual. Eso es lo que se llama incesto simbólico. Has buscado a esa hermana desconocida y la has encontrado con la pareja que más has querido en tu vida.
Mayka Rodero
03.07.2016 at 21:30Preciosa la lectura!!!
bisagras
04.07.2016 at 08:21Gracias!!!
Marina Toledo
10.07.2016 at 11:47Precioso, Helena, muchas gracias por compartirnos este trocito de tu alma. Un fuerte alambrazo,
Marina
Amanda
20.10.2017 at 18:25Hola Helena:
Este artículo me genera mucha emoción y me hace conocer otra parte de ti. Aunque en principio triste, es un artículo muy inspirador que consigue hacer un poco bonito el acontecimiento que ningún humano puede esquivar. Estoy segura de que tu padre estará muy orgulloso de ti.
bisagras de papel
01.11.2017 at 20:06Me gusta que te inspire. Gracias, Amanda!!!
Muerte y espiritualidad|Genealogia Helena Gonzalez Vazquez
09.04.2020 at 11:27[…] En los últimos días de la vida de mi padre, yo recitaba la letra de estas canciones como un mantra, cada vez que tomaba su mano y observaba con ternura sus ojos achinados. Hubo ocasiones, en que me atreví a cantarlas tímidamente, para que sintiese que estaba allí. Ahora que se ha ido, sólo me queda la música y la presencia invisible de mi padre. […]